En algunos pisos de Francia donde no es posible realizar una salida de humos, la campana extractora de la cocina no extrae el humo fuera de la casa como lo conocemos habitualmente, sino que en vez de extraerlo, transforma y purifica el humo con unos filtros de carbono que la propia campana lo expulsa en la misma cocina. Parece un remedio a un problema que no podría solucionarse de ninguna otra manera, pero cuando lo pruebas te das cuenta de que no deja de ser un remedio placebo que solo te deja la sensación de que lo estás intentando, pero que en realidad cuando cocinas se llena la casa de humo y no puedes respirar.

Me queda la sensación de que en muchas empresas muchas de las decisiones que se toman y muchas de las estrategias que se eligen son placebo y a la larga no dejan respirar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *