No escuchar a tu cliente,
No escuchar a tu proveedor,
No escuchar al comercial.
No escuchar al director de marketing,
No escuchar al director general,
No escuchar al encargado de producción.
No escuchar a tus amigos,
No escuchar a tu familia…
Para que en toda comunicación todo fluya con normalidad en una conversación, tiene que haber un correcto intercambio de información. Tal y como nos enseñaban en la escuela. Así de sencillo: Emisor envía un mensaje a receptor, receptor recibe el mensje y emite un nuevo mensaje al primer emisor. Así una y otra vez.
En toda relación entre organizaciones tiene que haber una buena comunicación. Si no escuchas entonces sí que tienes un verdadero problema.